SIGNAAL Nº7: StuGs vs T34/85

Tras las últimas victorias, el alto mando alemán decide lanzar una gran ofensiva en el frente oriental. Para ello se planea utilizar una gran fuerza blindada apoyada por unidades finlandesas.

Las fuerzas teutonas reúnen el mayor contingente visto hasta la fecha. Cuentan con una compañía completa de StuGs SS, 14 blindados entre StuGs y Pz IV así como otros blindados ligeros entre los que se encuentran T26s finlandeses. También cuentan para la ofensiva con una compañía de panzergranaderos cuyo objetivo sera consolidar la brecha. El único problema es que esto no entra en los planes soviéticos.

El soviet, conocedor de los planes germanos, espera no solo rechazar, si no aniquilar las fuerzas germanas. Entre sus fuerzas cuenta con T34/85, Valentines, T70, cañones antitanque, gran cantidad de infantería y varios vehículos AA.

Los servicios de inteligencia han logrado un informe detallado de las fuerzas en combate:

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Te dejamos finalmente unas entrevistas realizadas por nuestro equipo a los comandantes tras la batalla.

Comandante Soviético (Kelvor)

Me quedo con el comentario que hizo el comandante alemán durante la partida: “Necesitamos más tokens de destruido”. ¡Resume perfectamente la carnicería en la que se vieron envueltos ambos bandos!

Creo que fui demasiado conservador tanto en la elección de zona a defender como en el propio despliegue. Busqué la esquina más protegida, sin considerar lo que eso suponía para la llegada de los refuerzos, y posicioné demasiadas tropas cerca del objetivo de mi zona. Además, subestimé la movilidad del bando germano, cuyo comandante empleo hábilmente el Spearhead y la movilidad de sus unidades ligeras para plantar una parte importante de sus fuerzas en el otro objetivo desde el principio la partida.

Este movimiento junto con el acierto de los StuGs, los cuales en su primera acometida se llevaron por delante a la mitad de mis Valentine, freno mis planes iniciales de empezar a movilizar fuerzas hacia el otro objetivo. En su lugar, decidí aguantar posición y revelar mi emboscada ya en el primer turno. Podía parecer precipitado, pero tampoco tenía muchas opciones: la mayoría de los blindados alemanes se habían quedado lejos de mi zona de despliegue, ¡y mis Valentines clamaban venganza contra esos malditos Stugs!

Por mi zona de despliegue, la partida discurría bastante tranquila: los T-70 y la artillería tenían controlados a los panzer grenadier que avanzaban por el pueblo. La presencia de los antiaéreos y la infantería rusa también aportaba bastante seguridad en este flanco del combate. Nuevamente, quizá alguna de estas unidades tenía que haber sido movilizada hacia el otro objetivo.

Pero ambos comandantes teníamos claro donde se iba a decidir la partida: por la zona de llegada de los refuerzos soviéticos. El comandante alemán dispuso un importante comité de bienvenida que no defraudó. Mis reservas llegaron con bastante celeridad e intentaron plantar cara de la mejor manera posible al importante despliegue de acero teutón. Al final este duelo se saldó con victoria (aunque costosa) para el bando alemán, y prácticamente decidió el resultado del enfrentamiento.

Intenté defender a la desesperada el objetivo fuera de mi zona, pero ya era demasiado tarde. Busqué desestabilizar las formaciones rivales, ambas con bastantes pérdidas, pero no fue posible. Quizá si los impactos de los Valentine al HQ StuG que quedaba hubieran acertado, su formación podría haberse venido abajo. Pero mi rival germano pudo redirigir hábilmente a sus scouts dichos disparos, evitando el peligro.

En resumen, partida muy entretenida (aunque algo agotadora jeje) y con importantes lecciones aprendidas, que esperemos poder poner en práctica en forma de revancha a no mucho tardar.

Not one step back!

Comandante Alemán (Mr Clark)

Una victoria pírrica!

A pesar de la victoria nuestras pérdidas han sido cuantiosas y serán muy difíciles de reponer. Realmente el plan se ejecutó conforme a lo establecido. Aprovechamos el spearhead en el despliegue y la configuración del terreno para casi anular la emboscada enemiga y preparar una calurosa bienvenida a los refuerzos soviéticos. El mayor error fue haber caido en la tentación de disparar sobre los Valentine en el primer turno acercando así los StuGs del segundo pelotón a la zona de despliegue rusa y con ello a su emboscada. Se perdió un valioso vehículo, algo que no debería haber ocurrido. Ese podría considerarse nuestro error más destacable.

La mala fortuna fue el mayor enemigo. La encerrona preparada por nuestros blindados era perfecta para aniquilar los posibles refuerzos soviéticos según fuesen llegando, pero nuestros artilleros no estuvieron muy acertados. Eso les supuso pasar de una situación de superioridad a otra de casi inferioridad. Los primeros T34 en aparecer deberían haber sido aniquilados y así poder haber hecho frente a la segunda oleada en una posición ventajosa. Eso no sucedió y entramos en un combate a cuerpo a cuerpo que no se resolvería nada más que por fuerza bruta y fortuna. El que saliese victorioso de ese combate se alzaría con la victoria.

Una vez enrocado con los T34 no podía movilizar mis blindados hasta solucionar esa situación, y fue ahí cuando la fortuna quiso que el comandante soviético no lanzase sus fuerzas hacia el objetivo desprotegido. Si hubiese amenazado esa posición, y con ello mi frente de ataque, no hubiese tenido unidades para mantenerlo a ralla, los StuGs rodeados y la batalla perdida. Cuando los soviéticos reaccionaron el objetivo era nuestro y los escasos y maltrechos StuGs supervivientes pudieron unirse al asalto principal y reforzarlo.

La falta de armas anticarro así como de apoyo blindado hizo que los panzergranaderos se viesen muy limitados en sus acciones. Pudieron avanzar por el pueblo pero enseguida fueron bloqueados por los T70. Hacer frente a estos vehículos era imposible en sus condiciones. Su presencia distrajo recursos enemigos que hubiesen sido desestabilizantes en el otro flanco. Fue una heroicidad por su parte llegar a los cañones soviéticos y asaltarlos.

Los T26 finlandeses no demostraron sus capacidades, pese a ello el alto mando tienen grandes esperanzas en estas unidades. Finalmente cabe destacar el papel de los siempre fiables Stummels, que abrieron brecha en los T34 cuando la situación más complicada estaba.

En definitiva, una sangrienta victoria. Quedan por delante muchos y muy cruentos combates pero no nos olvidemos…

Gott mit uns!

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